CHAKRAS - CENTROS DE ENERGÍA SUTILES
Los chakras son los centros energéticos de nuestro cuerpo sutil y al mismo tiempo receptores y transformadores de la energía cósmica. Poseen diferentes formas, colores, funciones y frecuencias de vibración. Cada chakra está energéticamente unido a un órgano del cuerpo, con lo que existe una conexión directa con el cuerpo físico. Los chakras también están conectados entre ellos, el uno no podría funcionar sin el otro. Si tan sólo un chakra no vibra armónicamente, tiene efectos en todos los otros chakras y sus órganos asociados.
Uno puede imaginárselos como embudos, remolinos o cálices. En sentido estricto se componen de energía compactada que a su vez atrae energía,
la modifica y la transforma. Por ello los chakras actúan como imanes que cuanto más cargados se hallan, más energía atraen.
Si, por ejemplo, un chakra está debilitado, toma únicamente la energía que los humanos necesitan para sobrevivir. Los órganos que se abastecen de él, permanecen por ello escasos de energía. Si esta disfunción se prolonga durante mucho tiempo, puede manifestarse negativamente en forma de agotamiento físico, sistema inmunológico debilitado y finalmente como enfermedad. Las personas con chakras debilitados son más fácilmente manipulables. Aquí entran también los “ladrones energéticos” ¡que se alimentan de la energía de otros! Y al revés: casi nadie con un sistema de chakras armónico explotaría a otros para su propio beneficio o abusaría de ellos. Pero ahora consideraremos los siete principales chakras en detalle.
Primer chakra-Chakra raíz
También llamado chakra base, está al final de la espina dorsal, más concretamente al final del coxis y se dirige hacia el suelo. Gira lentamente y no sólo absorbe energía cósmica sino, en particular, la energía de la tierra. Sin este chakra no podríamos existir en este planeta en un cuerpo humano. Su clásica asignación de color es el rojo.
Si el chakra raíz está equilibrado, la persona tiene los pies en la tierra, está sana, centrada, llena de vida y afirmación, es poderosa, sensual y tierna. La sobrecarga se manifiesta en dominación, actitud materialista o codiciosa. Si el chakra está débil indica una escasez de energía en el cuerpo. La persona tiende entonces a la inseguridad, la actitud destructiva, tiene poco interés en la vida y la sexualidad, y en casos extremos puede hallarse en peligro de suicidio.
Segundo chakra-Chakra sacral
También llamado sexual o chakra del bazo, está formado en realidad por un par de chakras y se encuentra entre los huesos de la cadera en el bajo vientre. Gira más rápido y fácilmente que el primer chakra. La clásica asignación de color es el naranja.
El chakra que se abre hacia delante se relaciona con la calidad de la energía sexual de la persona, el que se abre hacia atrás lo hace con la cantidad de ésta. Ambos secundan la vitalidad de una unión sexual. Con el orgasmo se descarga el par de chakras y la energía resultante revitaliza y limpia el cuerpo de “bloqueos” y tensiones. Es muy importante la conexión entre el segundo y el cuarto chakra, el del corazón. Si eso falta puede llevarnos a perversiones de tipo sexual.
Las personas con un segundo chakra equilibrado poseen una sana autoestima y buen sentido del humor, son prudentes, amistosos, se preocupan por los demás con amor y aún así pueden expresar y reconocer sus propios deseos. La sobrecarga se puede manifestar como un comportamiento irascible, agresivo o sexualmente exigente. Inseguro, hipersensible, iracundo y desequilibrado es como se siente uno cuando la energía está baja en el segundo chakra.
Tercer chakra- Plexo solar
Este chakra se encuentra por encima del ombligo entre la parte baja de las costillas y gira un poco más rápido que los dos primeros. También el plexo solar consta de un par de chakras que absorben la energía cósmica y solar en el cuerpo sutil. Éstos representan otro anclaje a la energía terrestre, aparte del suministro que reciben de la tierra. La clásica asignación de color es el amarillo.
El tercer chakra está fuertemente conectado con el plano mental de los humanos, a la vez es el almacén de experiencias, conocimientos y miedos de otras épocas. Estos viejos y, en su mayoría, desconocidos patrones de comportamiento se hallan profundamente enraizados y a menudo llevan a bloqueos de energía.
Quien posea un tercer chakra equilibrado, normalmente tendrá amor propio, será abierto, intelectual, estará interesado en muchas cosas, equilibrado, sin miedos y sabrá valorarse bien a sí mismo y sus habilidades. La sobrecarga se manifiesta en un comportamiento de evaluación, juicio, perfeccionismo y exigencia con propensión a adicciones y dependencias. Al contrario- la escasez de energía- produce más o menos el mismo comportamiento que el desabastecimiento energético en el segundo chakra.
Cuarto chakra- Chakra corazón
El cuarto chakra se encuentra en mitad del torso, en la parte anterior y posterior del cuerpo, aproximadamente a la altura del corazón físico. La clásica asignación de colores son el rosa o el verde.
El chakra corazón anterior permite a las personas sentir el amor, el posterior permite vivir la propia voluntad de acuerdo con la voluntad divina. Este par de chakras tiene una función central clave. Influencia a todos los otros y está conectado a ellos. Lo ideal es que esté muy abierto y no conozca límites.
Por ejemplo, “estar enamorado” resulta de una corta y a menudo inesperada apertura del chakra corazón. Estos sentimientos abrumadores no duran siempre, uno vuelve a sus delimitaciones. El miedo al rechazo, a la desnudez, a ser herido y el pensamiento de seguridad mal entendido, constituyen razones para volver a cerrar el chakra corazón.
El que tiene suficiente energía en el chakra corazón está pleno de sentimientos, es equilibrado y comprensivo. Esta persona es también servicial, amable y optimista. Quien, al contrario, tenga demasiada energía, puede ser malhumorado, melodramático, exigente, crítico y manipulador. Quien tiene muy poca energía, a menudo es indeciso, no es libre, es autocompasivo, tiene pánico al rechazo, se siente incapaz de amar, no sabe aceptar ayuda y tampoco la busca realmente.
Quinto chakra - Chakra laríngeo
Este consiste igualmente en un par de chakras y se encuentra a la altura aproximada de la laringe, por eso se le llama así también. La asignación clásica de color es el azul claro o turquesa. Depende enormemente de los chakras antes mencionados. Si por ejemplo, el tercer chakra vibra equilibrado, también lo hace el quinto.
El chakra laríngeo anterior representa la adquisición de responsabilidad de las necesidades propias, el posterior está fuertemente conectado con el amor propio (en el cuello está el miedo al fracaso).
El quinto chakra permite a las personas expresarse mediante la palabra, el movimiento y el arte, donde actúa como una estación transmisora: emite sentimientos pero también mensajes no verbales. Cuanto más alto vibra el chakra mejor se filtra y detecta lo que ocurre realmente. Si está equilibrado, por lo general la persona tiene dotes artísticas, es expresiva y hábil en el trato con los medios de comunicación, feliz e imaginativa. En exceso, se muestra generalmente a través del hablar sin pausas, el dogmatismo y la auto-complacencia, la búsqueda de reconocimiento y el exhibicionismo. Quien tiene escasa energía, difícilmente sabe transformar los pensamientos en palabras, es torpe, mezquino, poco fiable, manipulador y no sabe quitarse la máscara.
Sexto chakra-Chakra frontal
Este chakra también llamado tercer ojo, se encuentra como a un dedo de ancho sobre las cejas y a su vez existe como par de chakras. La asignación clásica de color es el índigo.
Sobre el tercer ojo, uno puede liberarse de la dimensión espacio-tiempo y traspasar sus límites. Uno recibe una idea de encarnaciones anteriores y está totalmente conectado con su intuición. Todas las habilidades que ya se entrenaron en el quinto chakra, aparecen reforzadas y refinadas en el sexto. Las percepciones extrasensoriales tales como las visiones de futuro, del aura, viajes astrales, etc., indican un sexto chakra despierto.
Este chakra está sellado generalmente y debe abrirse sólo con sumo cuidado. Si se abriera demasiado rápida e intensamente, podría causar alteraciones importantes en la conciencia. O dicho de otro modo: la persona se volvería loca. El chakra anterior se conecta con la habilidad para visualizar para pensar y comprender de forma creativa. El posterior es para implementar la visión de manera responsable. Si el chakra anterior está abierto y el posterior cerrado, se tienen muchas visiones que no se pueden realizar.
Una energía equilibrada en el sexto chakra se muestra como la habilidad para la telepatía, la visión del aura y la clarividencia. Le llega a uno la idea de una vida anterior, es carismático y posee una conciencia particular. Un exceso de energía vuelve a la persona egoísta, egocéntrica, orgullosa, dogmática, autoritaria y manipuladora. Una escasez la vuelve hipersensible, insegura, indisciplinada y refuerza la tendencia a la esquizofrenia.
Séptimo chakra-Chakra coronal
A este chakra se le llama también chakra de la corona, se encuentra en mitad de la parte superior de la cabeza y se abre hacia arriba. Es el chakra que conecta al cuerpo humano con su espiritualidad. La asignación clásica de color es el blanco.
Si está abierto y activado, aparece como una corona de colores brillante de blanca y casi transparente luz. Los ángeles y los santos (o gobernantes) solían representarse con un halo que simbolizaba el chakra de la corona.
Pocas personas tienen un chakra coronal abierto. En general la apertura es tal que sólo pueden conseguir un consumo de energía mínimo. Si una persona estuviese únicamente conectada a través de su séptimo chakra y todos los otros, especialmente el primero y el segundo estuviesen cerrados, inmediatamente abandonaría su cuerpo físico. La apertura del séptimo chakra es un proceso de experiencia espiritual que debe suceder a un desarrollo espiritual gradual. Sólo con la activación de los otros chakras se puede activar el chakra coronal.
Las funciones más importantes de los chakras son:
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