PEDAGOGÍA ESPIRITUAL

 

¿Qué es la Pedagogía Espiritual? ¿Una nueva tendencia que estudia gente más bien esotérica? ¿Una forma de educación religiosa? ¿O quizá algo completamente diferente?

 

Nosotros, en Punto de Luz, entendemos a la Pedagogía Espiritual como un paso más en el desarrollo de la educación alternativa. Hace unos años, el fracaso de la pedagogía tradicional ocasionó el nacimiento de los jardines de infancia y de las escuelas integrales, pero con los años, el contenido de estas instituciones está algo desfasado y precisa urgentemente de una ampliación y reorientación para satisfacer de nuevo las necesidades de los niños.

 

Vivimos en una época de grandes cambios y agitación. Los viejos valores y seguridades pierden importancia o sencillamente ya no encajan en nuestras vidas. Las personas que se aferren a supuestas seguridades –es decir, a las tradiciones- se darán cuenta con gran consternación que desde hace tiempo esas supuestas seguridades ya no existen.

 

En la actualidad, de alguna manera parece que todo se esté disolviendo, todo aquello que durante décadas y siglos se consideró como la tendencia que dirigía a nuestra sociedad y por lo tanto - como lo correcto. Esto afecta prácticamente a todos los ámbitos vitales. Incluso los niños "funcionan" de manera diferente hoy, de como lo hacían hace diez o veinte años. Pero, realmente, ¿funcionan todavía? Y, bien pensado, ¿deberían los niños funcionar?

 

No es de extrañar entonces, que tanto los adultos como los niños estén igualmente confundidos.

 

Por supuesto, son muchas las personas que tienen preparadas explicaciones de validez universal, para justificar el fracaso de la educación infantil tradicional: la televisión tiene la culpa, las familias modernas son las culpables, las madres trabajadoras tienen la culpa, los maestros tienen la culpa. El bajo estado de ánimo general es el culpable, o la falta de severidad. Los juegos de ordenador son los culpables, o Internet. Y en general el mundo entero se ha convertido en algo terrible en las últimas décadas...

 

En lugar de buscar culpables para eximirnos de toda responsabilidad, sería más útil ver más allá y darnos cuenta de los cambios que tienen lugar a nuestro alrededor. Pero no quedándonos sólo con la observación superficial, sino yendo más allá, a fin de hacer frente a los graves cambios que van apareciendo a un ritmo cada vez mayor, como por ejemplo el proceso de transformación global.

 

Todo el mundo habla sobre el cambio

 

Cada vez es más evidente que toda la humanidad está pasando por un proceso de cambio de una envergadura inusitada. Afecta a la política, la economía, la ecología, la sociedad, la salud, el sistema educativo, afecta a la vida de cada persona y remueve los cimientos de todo. Hoy nada es igual. Este proceso de cambio –cuya velocidad crece de año en año y que va marcando nuestra vida- es temido por algunas personas y, a su vez, es bienvenido por otras. Los profundos cambios que se producen ocasionan la aparición de diferentes enfoques. Y así encontramos explicaciones de todo tipo, científicas, sociológicas, históricas, espirituales o esotéricas. Pero el mensaje central es siempre el mismo: la humanidad está experimentando una enorme transformación.

 

Este proceso de transformación –al que hace algunos años todavía se consideraba una excentricidad de gente esotérica- está tan presente que ya ha comenzado a ser percibido y estudiado por algunas ramas científicas como la medicina, la sociología y la filosofía. La conocida socióloga estadounidense Barbara Marx Hubbard, por ejemplo, vincula en sus libros el pensamiento científico a reflexiones y descubrimientos de tipo espiritual.

 

Somos la primera y la única generación en la historia de la humanidad que es testigo de algo nuevo, algo que no ha existido antes. Desde hace dos o tres décadas los niños que nacen son totalmente diferentes a como eran los de las generaciones anteriores. Barbara Marx Hubbard describe este fenómeno como "el nacimiento de ser humano universal". Es decir, la llegada de niños a nuestro planeta, que vienen ya con una conciencia altamente desarrollada y un alto nivel de espiritualidad. A estos niños se les conoce como "almas despiertas", "mentes maestras" o "niños de la Nueva Era."

 

Estos seres universales, o niños de la Nueva Era, se caracterizan por el hecho de que están conectados a nivel del corazón con la vida en su totalidad. Estos niños, desde que son muy pequeños se sienten llamados a utilizar sus capacidades y habilidades espirituales innatas para apoyar la evolución positiva de la humanidad y del mundo. Todo esto puede sonar un poco extraño, lo sé, pero la existencia de estos niños, los cuales están conectados directamente con el conocimiento universal, está documentada desde hace años en numerosos libros y películas.

 

Si observamos la situación actual del mundo, debemos reconocer que estas rupturas ambientales, sociales y personales –aunque se manifiesten tan peligrosas, dolorosas o terribles- son una fuerza motriz de la evolución. Las crisis siguen siendo aparentemente necesarias para hacernos entender que debemos seguir desarrollando una conciencia y habilidades espirituales, si queremos seguir pudiendo sobrevivir en el planeta. Para eso tenemos que poner nuestros egos y nuestro egocentrismo a un lado y desarrollar una nueva forma de conciencia. Debemos darle más espacio en nuestras vidas a la espiritualidad. Solo si combinamos el plano material de nuestra existencia con el nivel espiritual, podremos resistir al proceso de transformación y la humanidad podrá evolucionar en una dirección positiva.

 

Crear nuevas condiciones

 

Del mismo modo, los niños de la Nueva Era también necesitan un medio ambiente "más desarrollado". Eso no quiere decir que no sean capaces de sobrevivir en el sistema existente. Pero están llegando a sus límites y nos los muestran a nosotros, los adultos, de una forma realmente espectacular. Por ejemplo a través de la agresividad, el retraimiento, la apatía o el desinterés por el aprendizaje y por las comunidades en las que viven. En lenguaje llano, todo esto significa simplemente que la educación tradicional –e incluyo la educación alternativa - ya no pueden satisfacer sus necesidades. ¿Por qué? Veamos en detalle las razones de esto.

  • Pedagogía tradicional

 

Según este modelo educativo, en el que hemos crecido la mayoría de nosotros, el aprendizaje está constituido principalmente por la comprensión intelectual, el entendimiento y aprendizaje con un contenido claramente definido, que viene dado por los Ministerios de Educación de los diferentes países. Este modelo fomenta únicamente el campo intelectual de los niños, mientras que otras capacidades y potenciales, como la creatividad, carecen en general de importancia. La atención se centra principalmente en transmitir y examinar contenidos de aprendizaje mental predeterminado. Este sistema resultó ya en su día insuficiente para padres y maestros especialmente volcados en la educación de los niños, que demandaban un modelo más integral. Se buscaron modelos alternativos, como por ejemplo los jardines de infancia y las escuelas Waldorf o Montessori. La figura 1 muestra en que área la pedagogía tradicional -es decir, la primacía de la mente y el intelecto- tiene mayor importancia.

  • Pedagogía alternativa

 

Esta forma de educación es una extensión de la pedagogía tradicional. Incluye e integra en el aprendizaje y en el juego los niveles físico y emocional. (La figura 2 nos muestra que se trata éste de un modelo de aprendizaje integral, no centrado únicamente en el aprendizaje intelectual). Además, respeta la individualidad de los niños y se la fomenta dentro del proceso de aprendizaje. En este modelo de enseñaza no solo se toma en consideración el intelecto, sino también las necesidades corporales y emocionales de los niños. Los niños adquieren nuevas experiencias descubriendo y experimentando los cinco sentidos. Otro aspecto importante es el fomento de la experiencia vivencial en grupos pequeños. También se valora mucho dentro del desarrollo educacional la denominada “Competencia del YO“ (autoconocimiento), la “Competencia Material“ (conocimiento del entorno) y la “Competencia Social“ (el trato con los demás). Sin embargo, la educación alternativa está llegando a sus límites.

  • Pedagogía espiritual

Desde mi punto de vista, la pedagogía espiritual constituye un paso más en el desarrollo de la pedagogía alternativa, e integra en su modelo educativo el aprendizaje y la educación de los niños a partir del nivel espiritual de nuestra existencia humana, brindando para ello un espacio amplio. Como ya he explicado anteriormente, entiendo la espiritualidad NO como algo fuera de este mundo, algo elevadamente intelectual o meramente esotérico, sino como la existencia de una amplia conciencia. ¿Qué aporta esto a los niños? Pues que por primera vez pueden ser ELLOS MISMOS y no tienen que reprimir o negar su lado espiritual. La Figura 3 ilustra como esta nueva forma de pedagogía, no sólo promueve el cuerpo, la mente (mente, intelecto) y el alma (sentimientos, emociones), sino que además incluye en su contenido el aspecto espiritual de nuestra existencia humana. Las características predominantes de la educación espiritual son:

  • Los niños pueden hablar con total libertad de sus experiencias espirituales y son tomados en serio por los adultos.
  • Las percepciones físicas y las espirituales están vinculadas entre sí en el proceso de aprendizaje.
  • La “sabiduría antigua", es decir, los llamados "conocimiento del alma" que cada niño trae consigo al comenzar a vivir son descubiertos y aplicados a los conocimientos académicos
  • Los niños que conocen su misión vital podrán comunicarla abiertamente y dentro del proceso de enseñanza se les apoyará en esa dirección.
  • Los niños, al estudiar, podrán conectarse concientemente con las energías superiores y utilizarlas en su propio beneficio.
  • Se fomenta y se apoya al aprendizaje intuitivo.
  • Las personas que acompañan al niño en su desarrollo, ósea los adultos, trabajan por su parte en su propia elevación de la conciencia y en su desarrollo personal y espiritual, con el fin de alcanzar el mismo nivel de conciencia que los niños.

 

 

Es evidente que para el desarrollo de la pedagogía espiritual no sólo es necesario un reajuste o expansión de la mentalidad de los padres y educadores, sino también que exista demanda de ella.

"Herramientas espirituales y apoyos para el aprendizaje". Pueden leer más sobre este tema en el epígrafe "Herramientas".